En los últimos años se ha incrementado exponencialmente el interés por la salud mental de los niños, debido en parte a los numerosos estudios que correlacionan la influencia de las experiencias tempranas con el patrón de conductas que el niño emitirá en la edad adulta.

Por ello, es de vital importancia incidir en las primeras edades en el aprendizaje y práctica de aquellos factores relacionados con una adecuada salud mental.

En las actividades se plantearán dinámicas divertidas que promuevan competencias personales, a través de la adquisición de un conjunto integrado de conocimientos, habilidades y actitudes.

El objetivo principal es el de fortalecer psicológicamente al niño y contribuir al desarrollo de una personalidad saludable, fomentando el bienestar y a mejorar su calidad de vida.

Por otra parte, se prepara a los niños para ser capaces de hacer frente a las dificultades emocionales e interpersonales que se les planteen en su día a día, minimizando así el malestar y previniendo los problemas psicológicos derivados de ellas.

Planteamos actividades en las que debemos trabajar a través del grupo en las dificultades emocionales que los niños pueden encontrar en su día a día y que son complicadas de gestionar, en el desarrollo de la inteligencia emocional, en el aprendizaje para expresar emociones y deseos de una manera pausada, creando a su vez un canal de comunicación. Asimismo, la comunicación verbal así como la no verbal son claves en este proceso. La educación en emociones y asertividad será fundamental para que el niño pueda aprender a expresarse sin inhibición o agresividad, así como la tolerancia a la frustración.

Las actividades tendrán como objetivo promover la fortaleza emocional, conductual y cognitiva de los niños.

Nuestra mayor prioridad es que las actividades que se realicen en cada una de las actividades extraescolares sean siempre agradables para los más pequeños y que disfruten en ellas, de forma que se puedan obtener los objetivos establecidos.