Hábitos de estudio en el verano

 

Nuestros pequeños, necesitan desconectar al menos durante un par de semanas. Según diversos estudios hay que realizar actividades lúdico-educativas para romper la rutina académica.

Es necesario que en el mes de julio puedan disfrutar de libertad en cuanto a tareas académicas, lo que significa, que los padres debemos medir su cantidad. La gran mayoría en el mes de julio disfruta de campamentos y/o escuelas de verano con juegos lúdicos, estas actividades son suficientes para que su mente pueda desconectar, y no debemos preocuparnos por la pérdida académica. Se puede ir incrementando la tarea desde mediados/finales de julio o principios de agosto, ya que sí es cierto que las vacaciones son muy largas, concretamente unas 10 semanas.

Por otro lado, debemos tener en cuenta su edad. Un niño o niña en su primer año de primaria no tiene aún la capacidad de sentarse a estudiar dos horas seguidas leyendo y haciendo sumas sin parar: ¿Cuántas horas deben estudiar? Esta es una duda muy común. Depende de cada niño o niña, de su edad, situación, carácter, si lo que necesita es un mero repaso o se trata de un refuerzo muy necesario en algún área concreta.

Normalmente las áreas más reforzadas siempre siguen siendo matemáticas y lecto-escritura, y es necesario que vayan acompañadas principalmente de juegos, cuentos lúdicos, y manualidades.

 

Consejos para no perder los hábitos de estudio en verano

Alimentación saludable

Es fundamental para mantener la concentración en la tarea.

Sueño adecuado

Descansar bien y dormir las horas necesarias a su edad, es esencial. El descanso para que puedan disponer de un desarrollo físico, emocional, cognitivo y social adecuado. El sueño y su calidad de descanso es vital, cuando un niño o niña tiene un mal descanso disminuye su capacidad para poder gestionar sus emociones, y éstas desembocan directamente en cambios bruscos de humor y problemas en su conducta. Además, los niños más pequeños tienen dificultad para autorregularse por sí solos. Por ello dormir bien es un factor básico en los hábitos saludables en los niños y niñas de primaria. Las horas recomendadas son las siguientes:

  • 2 y 5 años: sueño recomendado entre 10 y 13 horas (siesta incluida).
  • 6 y 8 años: sueño recomendado entre 9 y 12 horas.
  • 9 y 11 años: sueño recomendado entre 9 y 12 horas.

Planificar un horario semanal

Es importante mantener una distribución de sus tiempos de trabajo, acompañarlos en esta tarea, podemos hacer una negociación del tiempo de trabajo y evitar distracciones. Si pactamos y les informamos de cuáles van a ser sus momentos de estudio y de juego, será más fácil que cuando llegue el momento se ponga a la tarea.

Estudiar en un espacio adecuado

Siempre que sea en una mesa, escritorio, sin televisión alrededor y distractores.

Si es posible que el tiempo de estudio sea en los mismos periodos de tiempo.

En definitiva, es posible que como madre o padre te resulte complicado desarrollar hábitos saludables, vivimos una época muy cambiante, quizás demasiado exigente y rápida para nuestros pequeños, solemos vivir bajo un constante estrés que también les afecta a ellos.

Es importante disfrutar de cada momento para poder descansar y permitir a nuestros hijos e hijas una sana desconexión disfrutando de un tiempo libre, sin abandonar del todo su rutina, ya que todo niño o niña funciona mejor con rutinas, y, además, es positiva para su adaptación al próximo curso.

Como padres, madres debemos tener en cuenta que los mejores hábitos de estudio comienzan por su alimentación y descanso, disfrute personal, ejercicio físico, mantener hábitos adecuados en horarios de trabajo, disponer de un espacio de estudio adecuado, desconectar dispositivos electrónicos: tablet, móvil, televisión, etc. Y, siempre, mantenernos conectados con ellos, es esencial dedicar unos minutos a conversar sobre sus experiencias y emociones, aprovechar cualquier momento para hablar de lo que viven, sienten o sueñan, es importante crear una relación padre, madre, hijo, hija, fructífera.

De esta manera conseguiremos que se expresen abiertamente, mantenernos conectados con ellos es un pilar básico para poder enseñarles que no son perfectos, que no deben serlo, y sólo así podrán lidiar mejor con el estrés y sus emociones.