Los logopedas de los Centros anda CONMiGO realizamos una intervención individual con el fin de rehabilitar aquellas alteraciones o patologías que cursan con trastornos del habla o del lenguaje entre otros.
«La adquisición del lenguaje, como parte vital en el crecimiento de nuestros hijos/as, desde el nacimiento hasta los 6 años en los que la plasticidad en está área llega a su fin, con lo que si no hemos tratado estas alteraciones, afectarán al desarrollo del resto de procesos evolutivos», indican nuestros logopedas.
La logopedia es una disciplina sanitaria que se dedica a la prevención, detección, evaluación, diagnóstico y tratamiento de los problemas de la comunicación. El objetivo principal de la logopedia es trabajar con personas que presentan dificultades en el lenguaje oral o escrito, el habla y la articulación, la voz, la audición y las funciones orofaciales. Los logopedas aplican diferentes técnicas, métodos y ejercicios con el fin de rehabilitar las funciones alteradas y dotar al paciente de estrategias para maximizar su funcionalidad en su vida diaria.
En la logopedia se evalúan y diagnostican los trastornos del habla y lenguaje, voz, audición y funciones orofaciales. Además, se trabaja tanto en el ámbito escolar, para mejorar el rendimiento académico de los niños, como en el ámbito sanitario, para ayudar a personas con patologías adquiridas o congénitas. Es una disciplina que requiere una formación multidisciplinaria y los logopedas son profesionales graduados sanitarios según la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias L.O.P.S. (Ley 44/2003).
La logopedia infantil desempeña un papel fundamental en el desarrollo y bienestar de los niños.
En esta etapa crucial de crecimiento y aprendizaje, la logopedia se centra en la detección temprana y el tratamiento de trastornos del habla, lenguaje y comunicación.
Mediante técnicas especializadas, el logopeda infantil fomenta la comunicación efectiva y proporciona herramientas para superar las barreras comunicativas. Esto tiene un impacto positivo en el aprendizaje, la interacción social y el desarrollo emocional de los niños.
La logopedia es una disciplina que abarca diversos ámbitos en los que los logopedas pueden desarrollar su labor. A continuación, se detallan algunos de estos ámbitos:
En el ámbito escolar, los logopedas trabajan en colaboración con profesores y otros profesionales para evaluar y tratar los trastornos del lenguaje y la comunicación en niños y jóvenes. Su objetivo es favorecer el desarrollo del habla, la comprensión y expresión oral, así como promover habilidades de lectura y escritura.
En el ámbito sanitario, los logopedas intervienen en hospitales, centros de salud y clínicas. Allí se encargan de evaluar y tratar trastornos de la comunicación, el habla, la voz y la deglución en pacientes de todas las edades. Además, trabajan en la rehabilitación de trastornos neurológicos que afectan la comunicación, como el ictus o la enfermedad de Parkinson.
En el ámbito social, los logopedas ofrecen atención a personas con discapacidad intelectual, trastornos del espectro autista y otros trastornos del desarrollo. Su objetivo es mejorar la comunicación y el lenguaje de estas personas, facilitando su integración social y promoviendo su autonomía.
Una de las alteraciones más comunes por los que los alumnos de infantil y primaria acuden a terapia de logopedia es debido a TSH (Trastorno de los sonidos del habla).
El TSH se define como un trastorno de articulación donde los niños no pronuncian correctamente palabras de acuerdo a su edad cronológica.
En algunos casos estas dificultades se deben a un mal funcionamiento de los órganos que intervienen en el habla, sobre todo por posiciones incorrectas de labios o lengua, mala respiración, escasa movilidad de labios, lengua, paladar…
Si estos patrones articulatorios persisten pueden llegar a automatizarse y, por lo tanto, ser más difíciles de corregir. Por esto, es muy importante una intervención temprana.
Puede presentarse también un desfase en la comprensión, aunque se suele dar en menor medida. Son capaces de producir sonidos y grupos de sonidos, pero no consiguen ordenarlos ni diferenciarlos dentro de las palabras.
Rasgos significativos que nos pueden hacer sospechar que nuestro hijo presenta un retraso del lenguaje son:
La dislexia es una dificultad específica. El logopeda infantil, identifica la dislexia como un trastorno del aprendizaje de la lecto-escritura y cuyo origen parece derivar de una alteración del neurodesarrollo. Tienen dificultades para denominar letras y para analizar o clasificar los sonidos.
Además, la lectura se caracteriza por las omisiones, sustituciones, distorsiones, inversiones o adicciones, lentitud, vacilaciones, problemas de seguimiento visual y déficit en la comprensión. Ponen tanto esfuerzo en las tareas de lectoescritura que tiende a fatigarse, a perder la concentración, a distraerse y a rechazar este tipo de tareas.
Suelen venir acompañados de problemas de compresión, de memoria a corto plazo, de acceso al léxico, confusión entre la derecha y la izquierda, dificultades en las nociones espacio-temporales…
La detección temprana es esencial para ofrecer intervenciones adecuadas. Los logopedas utilizan programas especializados para mejorar las habilidades de lectura, como la conciencia fonológica y la decodificación. El apoyo individualizado y la colaboración estrecha con los educadores son fundamentales para ayudar a los niños con dislexia a desarrollar estrategias de compensación y superar las dificultades de lectura.
La deformidad dental y facial en la mayoría de los casos, no se debe a procesos patológicos, sino a una distorsión del desarrollo normal. Generalmente son el resultado de una interacción entre varios factores.
Los hábitos son patrones de contracción muscular de naturaleza compleja que se aprenden y que al repetirse llegan a convertirse en inconscientes.
Pueden ser beneficiosos cuando sirven como estímulo para el crecimiento normal de la boca como por ejemplo una adecuada masticación o perjudiciales cuando interfieren en el crecimiento facial de manera regular produciendo anomalías dentales.
Entre estos casos podemos citar la succión de cualquiera de los dedos, la succión del chupete de una manera prolongada, la interposición de la lengua en reposo y en deglución y la respiración bucal.
La deglución atípica, se caracteriza por:
La tartamudez es un trastorno que se caracteriza por repeticiones involuntarias de fonemas o pausas abruptas en el habla de los niños. La tartamudez adquirida se inicia a partir de una lesión o enfermedad cerebral en una persona que antes tenía un habla fluida normal. Puede ser el resultado de factores genéticos, emocionales o neurológicos.
La tartamudez psicógena se inicia en el adulto, sin causa neurológica, con escasa repercusión emocional. Resulta un trastorno muy poco frecuente, cuya causa la constituye un episodio estresante.
El tratamiento de la tartamudez se centra en técnicas de fluidez del lenguaje y estrategias para manejar la ansiedad asociada. El apoyo emocional y el trabajo en colaboración con la familia son fundamentales para ayudar al niño a superar este trastorno.
La disfemia se inicia en la infancia, normalmente entre los 2 y los 4 años de edad.
Coincide cuando el niño pasa de usar expresiones de una sola palabra a combinar varias palabras formando las primeras frases.
Los casos de niños con retraso evolutivo del lenguaje o con Síndrome de Down, la tartamudez se inicia más tarde.
La dificultad de articular una palabra, mayoritariamente al inicio de la frase.
Da lugar a repeticiones de parte de la sílaba, prolongaciones silenciosas o sonoras de sonidos).
La persona, sabe lo que quiere decir y cómo se dice, con aumento de la tensión muscular y conductas de esfuerzo para hablar.
Cuando el trastorno persiste durante más de dos años a partir del inicio, se vuelve crónico.
Habitualmente, el tratamiento de logopedia se combina con la terapia de psicológica, utilizando varios procedimientos:
La Afasia, es un trastorno causado por lesiones en las regiones del cerebro que controlan el lenguaje. Puede alterar o dificultar la lectura, la escritura y el lenguaje expresivo.
Las causas que lo provocan generalmente son derrame, tumores cerebrales, las infecciones, las lesiones y la demencia.
La gravedad y el tipo de alteraciones que presente la persona afectada, dependerán de la parte del cerebro que sufrió el daño y de la magnitud del mismo.
Existen cuatro tipos principales:
La mayoría necesita terapia del lenguaje lo antes posible.
La laringe está formada por cartílago, músculo y membranas mucosas ubicadas en la parte superior de la tráquea y la base de la lengua. El sonido se crea cuando las cuerdas vocales vibran. Esta vibración proviene del aire que se mueve en la laringe. Si las cuerdas vocales se inflaman, desarrollan crecimientos o se paralizan, no pueden funcionar correctamente y puedes desarrollar un trastorno de la voz. Algunos trastornos comunes de la voz son:
Existen factores de riesgo a tener en cuenta a la hora de padecer una alteración de la voz. Muchos de ellos podemos controlarlos y cuidarnos mejor la garganta y como consecuencia la voz. Estos factores son por ejemplo el consumo de bebidas alcohólicas o con cafeína, las alergias, el consumo de tabaco, el reflujo gastroesofágico, utilización inadecuada de la voz durante un periodo prolongado en el tiempo, los resfriados, el escaso consumo de agua, el envejecimiento y los trastornos neurológicos.
Los niños con Trastorno del desarrollo del Lenguaje (antes llamado TEL) presentan déficit marcados en la adquisición del lenguaje.
Dificultades en la comprensión y/o producción en los aspectos semántico, fonológico, sintáctico, morfológico y pragmático
Conducta verbal inadecuada
Mediante el uso de pruebas estandarizadas del lenguaje, inteligencia y funcionamiento cognitivo general. Competencias comunicativas, detección o evaluación auditiva y datos de evaluación médicos para descartar alteraciones orgánicas o problemas de audición.
Realizamos la intervención en niños con TEL desde un punto de vista multidisciplinar. Consideramos las habilidades cognitivas no verbales y el nivel de funcionamiento cognitivo.
Las sesiones se realizarán individualmente, basadas en la naturaleza de los necesidades específicos del niño y su estilo de aprendizaje.
Las personas nos comunicamos, principalmente, mediante palabras, pero ésta no es la única forma que tenemos de hacerlo. La comunicación en el niño se inicia con los gestos, las vocalizaciones y finalmente el habla, la cual engloba la capacidad de dominar todas las posibilidades anteriores.
Existen personas que nunca llegan a conseguir un dominio suficiente del lenguaje como para hacerse entender. Son personas de cualquier edad para los que debemos encontrar, la mejor manera posible en la que se puedan expresar y comunicar a través de aquellas capacidades que les puedan ser más útiles.
Los Sistemas Aumentativos y Alternativos de Comunicación (SAAC) son parte de la comunicación y el lenguaje que estudia y organiza estos elementos citados anteriormente con los que las personas llegan a ser capaces de comunicarse.
La comunicación alternativa y aumentativa (CAA) se define como un conjunto estructurado de códigos no vocales, necesitados o no de soporte físico, los cuales, sirven para llevar a cabo actos de comunicación (funcional, espontánea y generalizable) por sí solos, o en conjunción con códigos vocales, o como apoyo parcial a los mismos”.
Que características tienen los niños con TEA (Asperger y Autismo).
Se desarrollan en los primeros años de vida y suelen estar asociados a retraso madurativo en ambas líneas.
Siguiendo los criterios del DSM-V realizamos un diagnóstico clínico basado en las alteraciones de la interacción social, los problemas de comunicación social y la presencia de un repertorio restringido de actividades e intereses.
El tratamiento será individualizado, intenso y continuo con resultados a largo plazo, adaptado a los niveles de funcionamiento, habilidades y potencial del niño.
Incluirá la colaboración de la familia, escuela o centro.