El desarrollo infantil se convierte en una gran preocupación para los padres desde que nacen los niños, nos preocupamos por que se produzca de forma adecuada y en los tiempos estipulados pero ¿sabemos identificar los signos de alerta en el desarrollo infantil cuando aparecen?
Antes de comenzar, debemos tener en cuenta dos aspectos: el desarrollo a nivel individual y las alertas que aparecen en el desarrollo.
En este sentido, debemos saber que ningún niño se desarrolla exactamente igual a otro. Los procesos de desarrollo en los niños cuentan con unos márgenes de “normalidad” que le permitirán a los adultos analizar con objetividad los avances de sus niños, especialmente en los primeros dos años donde el desarrollo es tan acelerado.
Ejemplo: Tu hijo camina sólo, por primera vez, al cumplir un año. El vecino lo hizo a los 14 meses. Ambos niños están dentro de los márgenes de la normalidad a pesar de que su desarrollo sea diferente.
Cuando hablamos de alertas en el desarrollo, las entendemos como un conjunto de signos y manifestaciones que nos indican que algo no se está dando adecuadamente en el desarrollo de nuestro hijo según la edad y que es importante prestarle atención e identificar factores de salud, ambientales, familiares o sociales y que, de esta manera, pueden estar influyendo en su proceso. Es importante tener presente que no todas las señales de alerta indican un retraso en el desarrollo, en ocasiones son pasajeras y responden a una alteración en uno de los factores anteriormente mencionados.
En niños de 0 a 3 años podemos encontrarnos diferentes signos de alerta según el área que tengamos que tratar: motora, del lenguaje, cognitiva y afectiva, conductual y sensorial.
Los signos de alerta en el desarrollo infantil, centrado en el área afectiva, conductual y sensorial son:
Si has identificado alguno de estos signos de alerta, lo principal es que mantengas la calma, ya que cuando hablamos de niños tan pequeños es imposible diagnosticarlos. Lo que sí es importante una vez identificamos algún signo de alerta, es tener en cuenta que este nos está indicando que algo no está evolucionando como debería y por ende debemos prestarle atención y estimular al pequeño para que no se desarrolle un problema mayor de cara al futuro.
En anda CONMiGO, cuando nos llega un niño de 0 a 3 años, en cualquiera de nuestros centros, lo primero que hacemos es valorar qué áreas puede tener menos desarrolladas para su edad y establecemos unas pautas de actuación para poder dar soporte terapéutico a esa familia que necesita que ese retraso se equipare con lo que se estima en su desarrollo evolutivo.