¿A qué llamamos retraso global del desarrollo?
El retraso madurativo, ahora denominado retraso global del desarrollo, es un diagnóstico que algunos niños reciben entre los 12 meses y los 6 años cuando el desarrollo del niño sigue su curso normalizado pero cronológicamente va con retraso. Esto puede afectar a varias áreas del desarrollo, como son, la motricidad, el lenguaje, la comunicación y el desarrollo cognitivo.
Si afectan a un área, por ejemplo el lenguaje, se debería hablar mejor de retraso del lenguaje.
Retraso global del desarrollo
El retraso global del desarrollo se incluye dentro de un gran apartado titulado «Trastornos del desarrollo neurológico» y dentro de un subapartado llamado trastornos de desarrollo intelectual. Viene a dar cuerpo diagnóstico a lo que antes se reconocía como «retraso madurativo» pero, como todos sabemos, no era un diagnóstico reconocido.
¿Cuáles son los signos de alerta del retraso global del desarrollo?
Normalmente, los indicadores que se observan en un niños con retraso global del desarrollo son:
– El niño es algo más lento en alcanzar hitos de desarrollo. Su maduración no entra dentro de los parámetros considerados “normales”.
– Suele ir acompañado de dificultades de aprendizaje. El desarrollo los niños está por debajo al curso de la mayoría de los niños. Este retraso escolar se suele cuantificar entre uno y dos años.
– En muchas ocasiones puede traer asociado una baja autoestima (ya que perciben sus capacidades y habilidades inferiores) y en ocasiones falta de motivación.
– El primer signo de alerta puede ser que comience a gatear después de cumplir un año o que tarde más de un año en balbucear sus primeras palabras.
– Si no te enseña los juguetes que le interesan o le son indiferentes los juguetes y los juegos, podríamos considerarlo un signo de alerta del retraso madurativo.
– No reacciona cuando se le llama por su nombre o no presta atención al enseñarle un objeto llamativo.
– Otro indicador del retraso madurativo a tener en cuenta sería el que no reconozca sonidos cercanos, como la voz de sus padres, el ladrido del perro o el timbre de su casa.
– Es incapaz de imitar acciones, sonidos o ritmos, aunque sean sencillos.
No obstante, los expertos inciden en que con la estimulación adecuada, los niños pueden alcanzar sin problemas el desarrollo propio para su edad. Es muy importante acudir a un profesional a tiempo para prevenir y estimular a los niños/as y que no se produzca un problema mayor en el futuro.
¿Cuáles son las causas?
El retraso global del desarrollo puede tener diferentes causas, aunque las más frecuentes suelen ser:
– Ser prematuro o con bajo peso al nacer: en algunos casos hay unas circunstancias alrededor del embarazo y del parto que hacen que el proceso madurativo sea más lento o parta con retraso.
– Falta o baja estimulación: Hay niños que por diferentes motivos no tienen la oportunidad de caminar, correr, jugar… o bien, padecen otitis continuas, lo que les puede ralentizar el momento de empezar a hablar.
– Actitudes de crianza: Hábitos como el control de esfínteres o la adquisición de la autonomía personal (comer, vestirse…) están retrasados por actitudes de crianza inadecuadas.
– Causa desconocida: muchos niños tienen un ritmo de maduración más lento por razones que no siempre se pueden explicar.
¿Qué hacer en estos casos?
Se puede derivar a una neuropediatría y/o a un centro de atención temprana, donde los profesionales valorarán y marcarán la línea de intervención.
«Bajo nuestro punto de vista, deberá estar compuesto por un equipo multidisciplinar en el que puedan participar de forma coordinada el fisioterapeuta, logopeda, terapeuta ocupacional, psicólogos y psicopedagogos«
En Fundación Anda Conmigo y centros Anda Conmigo somos especialistas en el retraso global del desarrollo, cualquier duda que tengáis, podéis poneros en contacto a través del 91.866.92.74 o enviarnos un email a contacto@andaconmigo.com
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