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Parálisis cerebral infantil: comprensión y tratamiento eficaz

La parálisis cerebral infantil es un trastorno neurológico que afecta el movimiento y la postura. Es una de las principales causas de discapacidad física en la infancia, y su origen se asocia a lesiones en el cerebro en desarrollo. Los síntomas varían entre los afectados y pueden incluir dificultades motrices, retrasos en el desarrollo y problemas de comunicación. Este artículo ofrece una visión general sobre la parálisis cerebral infantil, abordando sus causas, síntomas y el impacto que tiene en la vida de los afectados y sus familias.

 

Definición de la parálisis cerebral infantil

La parálisis cerebral infantil es un trastorno neurológico que se origina en el desarrollo del cerebro y se caracteriza por una alteración en el control del movimiento y la postura. Esta condición puede manifestarse de diversas maneras y tener diferentes grados de severidad.

 

Características principales

Entre las características más notables de la parálisis cerebral infantil se destacan las siguientes:

      • Es un grupo de trastornos relacionados con la movilidad y la postura.

      • Se produce como consecuencia de una lesión en el cerebro en desarrollo.

      • No es una enfermedad progresiva, lo que significa que los síntomas no tienden a empeorar con el tiempo, aunque pueden variar en su presentación.

      • Puede acompañarse de otras discapacidades, como problemas auditivos, visuales y dificultades de aprendizaje.

      • Afecta principalmente a la función motora, lo que puede llevar a restricciones en la actividad diaria y la independencia del niño.
     

    Diferenciación con otras afecciones neurológicas

    Es fundamental diferenciar la parálisis cerebral infantil de otros trastornos neurológicos, ya que cada afección presenta características y necesidades diferentes. A continuación, se presentan las distinciones más relevantes:

        • Parálisis cerebral vs. lesiones cerebrales adquiridas: Mientras que la parálisis cerebral se origina en el desarrollo del cerebro, las lesiones adquiridas pueden darse por traumatismos o enfermedades que afectan al cerebro ya desarrollado.

        • Parálisis cerebral vs. trastornos del movimiento: La parálisis cerebral se centra en la alteración del control motor, mientras que algunos trastornos del movimiento, como el temblor esencial, pueden no estar relacionados con el desarrollo cerebral, sino ser de origen genético o metabólico.

        • Parálisis cerebral vs. discapacidades sensoriales: La parálisis cerebral se relaciona principalmente con la movilidad y el control muscular; las discapacidades sensoriales afectan la vista, el oído o el tacto sin necesariamente involucrar problemas motores.
       

      Síntomas de la parálisis cerebral infantil

      Los síntomas de la parálisis cerebral infantil pueden variar considerablemente entre los afectados. Se manifiestan de diversas maneras y pueden abarcar desde dificultades motrices hasta problemas de comunicación. Esta sección detalla los síntomas más comunes y cómo pueden afectar la vida diaria de los niños.

      Síntomas motores

      Entre los síntomas motores, los pacientes pueden experimentar una serie de manifestaciones físicas que afectan su capacidad de movimiento y control corporal.

      Espasticidad muscular

      La espasticidad muscular es uno de los síntomas más característicos. Consiste en un aumento del tono muscular que provoca rigidez y restrictividad en los movimientos. Esta condición puede dificultar la ejecución de movimientos voluntarios y producir posturas anormales. El grado de espasticidad varía entre los individuos, afectando su capacidad para realizar actividades diarias.

      Dificultad en movimientos

      Los niños con parálisis cerebral suelen enfrentar dificultades en la realización de movimientos. Estas dificultades pueden manifestarse como torpeza o falta de coordinación. Pueden tener problemas para alcanzar objetos, saltar o jugar, y esto impacta negativamente en sus habilidades motrices finas y gruesas. La intensidad de estas dificultades varía considerablemente y puede influir en la independencia del niño.

      Alteraciones de la marcha

      Las alteraciones en la marcha son comunes en estos pacientes. Pueden presentar diferentes patrones de marcha, como caminar sobre los dedos de los pies, arrastrar una pierna o mostrar una marcha inestable. Estas alteraciones pueden llevar a un mayor riesgo de caídas, así como a la necesidad de usar dispositivos de asistencia para caminar, como muletas o andadores.

      Retrasos en el desarrollo

      Los retrasos en el desarrollo son otra manifestación clave asociada con este trastorno. Estos retrasos son especialmente notorios en las primeras etapas de la vida y pueden afectar diversas áreas del desarrollo infantil.

      Desarrollo motor

      El desarrollo motor en niños con parálisis cerebral a menudo se ve postergado. Los hitos como sentarse, gatear o caminar pueden llegar más tarde de lo habitual. Las dificultades que enfrentan para coordinar sus movimientos pueden causar retrasos en su capacidad para jugar y participar en actividades físicas, lo que a su vez puede afectar su autoestima y confianza.

      Dificultades de aprendizaje

      Los niños con esta afección pueden presentar dificultades de aprendizaje asociadas. Algunos pueden experimentar discapacidades intelectuales, mientras que otros cuentan con habilidades cognitivas normales pero necesitan tiempo adicional y estrategias específicas para aprender. Este aspecto puede requerir un enfoque educativo adaptado que contemple sus necesidades individuales.

      Problemas de comunicación y deglución

      La comunicación es otro ámbito que puede verse alterado en la parálisis cerebral infantil. Los pacientes pueden experimentar dificultades tanto en la producción del habla como en la comprensión del mismo.

      Otros síntomas asociados

      Además de los problemas motores y de desarrollo, los niños pueden presentar otros síntomas que afectan su calidad de vida.

      Problemas de visión y audición

      Algunos afectados también pueden experimentar problemas de visión o audición. Estos pueden incluir estrabismo, dificultades para enfocar, o trastornos en la percepción auditiva. Estos problemas pueden agravar la situación, complicando aún más su capacidad de interacción social y aprendizaje.

      Convulsiones

      Las convulsiones son otro síntoma potencialmente asociado. Estos episodios pueden variar en frecuencia e intensidad, desde convulsiones leves hasta episodios más severos. La gestión de las convulsiones puede requerir un enfoque médico especializado que incluya medicamentos antiepilépticos y un seguimiento continuado por parte de un neurólogo.

      IRENE-LOPEZ-directora-boadilla
      Irene López

      Psicóloga, orientadora educativa, experta en intervención en el aula para niños con necesidades educativas especiales y especialista en atención temprana.
      Directora terapéutica centros Anda Conmigo

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