TDAH:
Síntomas, diagnóstico y tratamiento
del trastorno por déficit de atención e hiperactividad
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es una patología psiquiátrica que padece entre un 3 y un 7% de la población infantil, es decir, hasta dos menores por aula. Se trata de uno de los trastornos más importantes dentro de la psiquiatría infanto-juvenil, constituyendo cerca del 50% de su población clínica.
Este trastorno neuropsicológico dificulta que los menores puedan controlar su comportamiento y suele darse más en niños que en niñas, es decir, cuatro de cada cinco menores con TDAH son niños. Este tipo de problemas empiezan a ser latentes antes de los siete años y se estima que más del 80% de los niños y niñas arrastraran parte de este trastorno en la adolescencia y hasta un 60% en la edad adulta.
El diagnóstico y tratamiento del TDAH varían según la edad. Los factores de riesgo y complicaciones asociadas también deben tenerse en cuenta.
Síntomas del TDAH en niños
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es una condición neuropsiquiátrica común que afecta principalmente a niños. Los síntomas del TDAH en niños son variados y pueden manifestarse de diferentes formas. A continuación, se enumeran algunos de los síntomas más comunes:
- Dificultad para prestar atención en tareas o actividades.
- Impulsividad y dificultad para controlar los impulsos.
- Hiperactividad excesiva, como inquietud constante o dificultad para permanecer sentado.
- Dificultad para seguir instrucciones y completar tareas escolares.
- Distracción frecuente y dificultad para mantener el enfoque en una actividad específica.
- Tendencia a hablar excesivamente o interrumpir a los demás.
Estos síntomas pueden variar en intensidad y pueden interferir significativamente con el funcionamiento diario y el rendimiento académico de los niños. Es importante destacar que la presencia de algunos de estos síntomas no indica necesariamente la presencia de TDAH, ya que también pueden ser características normales del desarrollo en algunos niños.
Si se sospecha que un niño puede tener TDAH, es fundamental buscar una evaluación y diagnóstico adecuados por parte de un profesional de la salud, como un pediatra o un especialista en salud mental. El diagnóstico del TDAH en niños se basa en una evaluación completa de los síntomas, el historial médico y el rendimiento académico.
Falta de atención y el comportamiento hiperactivo–impulsivo
La falta de atención y el comportamiento hiperactivo–impulsivo son dos de las características principales de este tipo de trastorno. Los menores que padecen falta de atención se manifiestan como niños y niñas que no son capaces de concentrarse en los pequeños detalles, padeciendo lo que se conoce como TDA, trastorno de déficit de atención. Por norma general, carecen de comprensión auditiva, tienen dificultades para seguir instrucciones, organizar tareas, evitan actividades que requieren un esfuerzo mental, se distraen fácilmente y se olvidan de tareas básicas diarias, según detallan los terapeutas especializados en TDAH de los centros de terapia infantil anda CONMiGO.
Otro tipo de TDAH es la hiperactividad e impulsividad que lleva a los menores a estar inquietos, en constante movimiento y se apresuren siempre a hablar o actuar sin dejar a su cerebro pensar. No obstante, el diagnóstico más común es el de un niño o niña con TDAH combinado, hiperactividad y falta de atención.
Diagnóstico y tratamientos del TDAH en niños
El diagnóstico del TDAH en niños se basa en una evaluación exhaustiva que incluye información proporcionada por los padres, maestros y otros profesionales de la salud. Es importante observar los síntomas de falta de atención, hiperactividad e impulsividad en diferentes entornos y situaciones.
Existen varios criterios establecidos, como los criterios del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), que ayudan a los médicos a realizar el diagnóstico adecuado. Además, es importante descartar otras posibles causas de los síntomas, como problemas de audición, trastornos del aprendizaje o condiciones médicas subyacentes.
Una vez establecido el diagnóstico de TDAH en niños, se pueden considerar diferentes opciones de tratamiento. Estas pueden incluir intervenciones no farmacológicas, como terapia conductual, terapia familiar y programas de entrenamiento para padres. Estas intervenciones suelen centrarse en el manejo de los síntomas, el establecimiento de rutinas y límites, y la mejora de las habilidades sociales y académicas.
En algunos casos, puede ser necesario el uso de medicamentos estimulantes, como el metilfenidato o la anfetamina, para controlar los síntomas del TDAH. Estos medicamentos pueden ayudar a mejorar la atención, reducir la hiperactividad y disminuir la impulsividad. Sin embargo, es importante realizar un seguimiento regular con el médico para evaluar la respuesta al tratamiento y ajustar la dosis si es necesario.
Además del tratamiento principal, es fundamental el apoyo educativo en el entorno escolar. Los niños con TDAH pueden beneficiarse de adaptaciones en el aula, como la provisión de tiempos de descanso, estructuración del entorno y estrategias de enseñanza individualizadas. También puede ser útil la colaboración con profesionales de la psicología o la pedagogía para abordar las dificultades académicas y emocionales asociadas al trastorno.
Factores de riesgo y complicaciones en niños con TDAH
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) en niños puede estar asociado con diversos factores de riesgo y complicaciones que vale la pena considerar. Si bien la causa exacta del TDAH aún no se conoce por completo, existen ciertos factores que pueden aumentar la probabilidad de desarrollar este trastorno.
Uno de los factores de riesgo más comunes es la predisposición genética. Se ha observado que los niños con antecedentes familiares de TDAH tienen más probabilidades de presentar el trastorno. Además, factores ambientales como el consumo de tabaco o alcohol durante el embarazo, exposición a sustancias tóxicas y una vida familiar estresante también pueden aumentar el riesgo de desarrollar TDAH.
Las complicaciones asociadas con el TDAH en niños son variadas e incluyen dificultades académicas, problemas de comportamiento, trastornos del sueño, dificultades en las relaciones sociales y baja autoestima. Los niños con TDAH pueden tener dificultades para concentrarse en el entorno escolar, lo que puede afectar su rendimiento académico. Además, es común que presenten comportamientos impulsivos y desafiantes, lo que puede generar conflictos tanto en la escuela como en el hogar.
Además, el TDAH también puede afectar el sueño de los niños. Pueden experimentar dificultades para conciliar el sueño o mantenerlo durante la noche, lo que puede provocar somnolencia diurna y afectar su rendimiento escolar. Asimismo, los problemas en las relaciones sociales son comunes en los niños con TDAH, ya que pueden tener dificultades para controlar sus impulsos y comprender las normas sociales.
La baja autoestima es otra complicación importante asociada con el TDAH. Los niños con este trastorno a menudo se sienten frustrados o desanimados debido a sus dificultades para cumplir con las demandas académicas o comportamentales. Esto puede afectar negativamente su confianza en sí mismos y su capacidad para enfrentar desafíos en otros aspectos de su vida.
Los menores con TDAH son más propensos a presentar otros tipos de trastornos como de oposición desafiante y comportamiento negativo
El TDAH no causa otros problemas psicológicos o de desarrollo, pero desde anda CONMiGO afirman que los menores con TDAH son más propensos a presentar otros tipos de trastornos como de oposición desafiante y comportamiento negativo, de desregulación disruptiva del estado de ánimo y del espectro autista. Igualmente, el TDAH suele dificultar la regulación emocional del menor. En estos casos, los niños y niñas necesitan la ayuda del terapeuta para hacer frente a la baja tolerancia a la frustración, a la preocupación excesiva que inunda sus mentes, la intolerancia a la crítica de cualquier tipo, y, sobre todo, la falta de conocimiento para regular las emociones que experimental al estar enfadados.
En ciertas ocasiones, el tipo de TDAH puede presentar un alto grado en el impacto hiperactivo diario y no es suficiente con las terapias del profesional, necesitando la ayuda de la medicación. En estos casos, la medicación mejora la calidad de vida de los menores, mejorando su función ejecutiva. Beneficios que se reflejan en una mejora de la conducta y regularización de las emociones de los niños. Siempre acompañado de la correspondiente terapia para optimizar el mejor resultado en el menor tiempo posible. “Contar con la ayuda de un terapeuta también es vital para que los padres entiendan cómo funcionan los medicamentos de sus hijos e hijas y estén preparados ante algún posible efecto secundario”, exponen desde anda CONMiGO.
TDAH en adultos: síntomas y diagnóstico
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) no solo afecta a los niños, sino que también puede persistir en la edad adulta. En esta etapa de la vida, los síntomas del TDAH pueden manifestarse de manera diferente, pero siguen teniendo un impacto significativo en la vida diaria de quienes lo padecen.
Los síntomas del TDAH en adultos suelen incluir dificultades de atención, impulsividad y actividad motora excesiva. Sin embargo, a diferencia de los niños, los adultos con TDAH pueden tener una mayor capacidad para disimular estos síntomas en determinadas situaciones.
Algunos síntomas comunes del TDAH en adultos incluyen la dificultad para concentrarse en tareas, la tendencia a la procrastinación, la impaciencia, la dificultad para seguir instrucciones, olvidar compromisos o ser desorganizado. Además, pueden presentar impulsividad, cambios bruscos de humor y dificultades en las relaciones interpersonales.
El diagnóstico del TDAH en adultos puede resultar complicado, ya que los síntomas pueden superponerse con otras condiciones médicas o trastornos psiquiátricos. Es fundamental que un profesional de la salud realice una evaluación completa, teniendo en cuenta antecedentes personales y familiares, así como los síntomas presentes en distintos contextos.
Para diagnosticar el TDAH en adultos, se pueden utilizar diversas herramientas, como cuestionarios y escalas de evaluación adaptadas a esta población. Además, se necesita descartar otras causas de los síntomas, como trastornos del estado de ánimo o de ansiedad.
Una vez realizado el diagnóstico, el tratamiento del TDAH en adultos puede incluir diferentes enfoques. Algunos de los tratamientos comunes son la terapia cognitivo-conductual, la educación sobre el trastorno y el uso de medicamentos, si son necesarios y apropiados para cada caso.
Es importante destacar que el TDAH en adultos puede afectar diversos aspectos de la vida, como el ámbito laboral, las relaciones personales y la salud mental en general. Por ello, es fundamental contar con un abordaje integral y multidisciplinario, que incluya el apoyo de profesionales de la salud mental, psicólogos y psiquiatras.
Tratamientos para el TDAH en adultos
El TDAH no desaparece necesariamente en la edad adulta, pero los síntomas pueden ser diferentes y los tratamientos se adaptan a las necesidades específicas de los adultos. A continuación, se describen diferentes enfoques terapéuticos para el tratamiento del TDAH en adultos:
Farmacoterapia
Los medicamentos estimulantes, como los metilfenidatos y las anfetaminas, son comúnmente recetados para el tratamiento del TDAH en adultos. Estos medicamentos ayudan a mejorar la atención, reducir la impulsividad y controlar los síntomas hiperactivos. Sin embargo, es importante seguir las indicaciones del médico y ajustar la dosis de acuerdo a la respuesta individual.
Terapia conductual
La terapia conductual puede ser beneficiosa en el tratamiento del TDAH en adultos. Estas terapias pueden incluir técnicas de organización, manejo del tiempo, desarrollo de habilidades sociales y estrategias de afrontamiento para lidiar con los desafíos diarios asociados al trastorno. El objetivo es mejorar el funcionamiento diario y promover una mejor calidad de vida.
Terapia cognitivo-conductual
La terapia cognitivo-conductual se centra en identificar y cambiar los patrones de pensamiento y comportamiento negativos asociados al TDAH. Esta terapia puede ayudar a los adultos a desarrollar estrategias para controlar los impulsos, manejar el estrés, mejorar la atención y solucionar problemas. Además, puede ayudar a establecer metas realistas y mejorar la autoestima.
Apoyo psicoeducativo
El apoyo psicoeducativo es fundamental en el tratamiento del TDAH en adultos. Los pacientes necesitan comprender cómo el trastorno afecta su vida diaria y cómo pueden utilizar las diferentes estrategias y técnicas para manejar sus síntomas. A través de la educación y el entrenamiento, los adultos con TDAH pueden adquirir habilidades que les permitan tener un mayor control sobre su trastorno.
Terapia de pareja y familiar
La terapia de pareja y familiar puede ser importante para mejorar la comunicación y la relación entre los adultos con TDAH y sus seres queridos. Ayuda a las parejas y las familias a comprender mejor el trastorno y a encontrar estrategias conjuntas para manejar los desafíos que implica. También se enfoca en mejorar la convivencia y fortalecer los vínculos familiares.
En general, es esencial que los adultos con TDAH trabajen junto a profesionales de la salud para identificar y aplicar el enfoque terapéutico más adecuado para ellos. La combinación de tratamientos, adaptados a las necesidades individuales, puede ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas que viven con TDAH en la edad adulta.